Allium sativum.
AJO
El ajo ocupaba ya un destacado lugar en la alimentaciòn de los egipcios y de los hebreos.
Los egipcios lo elevaron incluso , al rango de divinidad.
El ajo disminuye la agregaciòn plaquetaria y aumenta sensiblemente la actividad fibrinolìtica.
Estos dos efectos conjugados le confieren propiedades antitrombòticas.
Previene la arteriosclerosis y los accidentes vasculares asociados a la misma.
Por lo tanto, el ajo contribuye a mejorar la circulaciòn sanguìnea y de ahì su acciòn beneficiosa sobre la hipertensiòn arterial.
Tambièn ayuda a mantener los niveles normales de colesterol.
En trabajos realizados recientemente se ha demostrado que no solo es bacteriostàtico, sino que tambièn es antifùngico y un buen desinfectante intestinal.
Las propiedades del ajo de deben a una base de naturaleza azufrada, la aliìna el ajoeno, de los que es importante su degradaciòn por los jugos digestivos.
Por este motivo, la utilizaciòn del polvo total del bulbo de ajo en càpsulas presenta un gran interès pues, ademàs de prevenir el mal aliento, potencia su acciòn al evitar la degradaciòn de aliìna por los jugos digestivos.
Modo de empleo:
- Arteriosclerosis (prevenciòn) 2 càpsulas en cada desayuno y cena.
- Arteritis 2 càpsulas en cada desayuno y cena.
- Hipertensiòn 2 càpsulas en desayuno y cena.
- Paràsitos intestinales 2 càpsulas en desayuno y cena.
Dependiendo del problema que se desee aliviar, la duraciòn del tratamiento deberà adaptarse a su evoluciòn . asì pues, si se trata de problemas crònicos(artrosis, insuficiencia venosa,...) , se aconseja alternar perìodos de tratamiento con periòdos de descanso.
Si lo que va a aliviar es un problema puntual, se recomienda proseguir el tratamiento hasta la desapariciòn de los sìntomas.
Siempre consultando con un especialista.
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