"El 'como se come' es màs importante que 'el què'
La mayorìa de las recomendaciones dietèticas se elaboran con intenciòn de prevenir las llamadas ' enfermedades cònicas ', tales como la enfermedades cardiovasculares, el càncer o la diabetes.
El sobrepeso normalmente se ha considerado una situaciòn precursora de este tipo de patologìas ( hace poco se le ha empezado a considerar una enfermedad),consecuencia de un simple desbalance energètico. Por ello , històricamente las recomendaciones parq su prevenciòn se han centrado en reducir la energìa ingerida y en aumentar el ejercicio.
Pero este escenario tiene sus sombras.
Para elavorar las recomendaciones dietèticas gran parte de la evidencia cientìfica durante los primeros periodos no era muy sòlida (pocos estudios y de escaso valor probatorio) y es probable que interfieran intereses espurios.
Esto dio lugar a directrices poco afortunadas, como demonizar la grasa y el colesterol o sobrerecomendar derivados de cereales.
Posteriores consensos han ido profundifzando en buscar un equilibrio entre la calidad de lo que se come , segùn su composiciòn nutricional; y la cantidad, segùn calorìas.
Un ejemplo de la situaciòn se plasmò en el documento de consenso español Fesnad-seedo para prevenir la obesidad(2011), que resaltaba la importancia de la tipologìa y composiciòn de los alimentos en la llamada "dieta equilibrada"; aunque se seguìa insistiendo en la reducciòn de calorìas como la mejor estrategia para adelgazar.
Segùn estudios màs recientes, parece consolidarse la tendencia a dar prioridad al estilo de la alimentaciòn.
Un buen ejemplo es la guìa de recomendaciones de Brasil en 2014, que anima a su poblaciòn a utilizar productos frescos y locales y a cocinarlos tradicionalmente.
Por su parte, las influyentes Dietary Guidelines norteamericanas, que se actualizarà a finales de este año, se centran en patrones dietèticos, en lugar de nutrientes y tipos de alimentos, como hasta ahora.
De cualquier forma , ningùn Paìs ha resuelto el crecimiento de la obesidad y los expertos tienencada vez màs claro que el simple control de calorìas simplifica falsamente el problema. Conocemos màs de lo que necesitamos,pero la clave es :Por què? las ùltimas investigaciones hacen pensar que esta epidemia pude ser por la incapacidad de los sistemas de control de apetito.
Los alimentos altamente procesados, el sedentarismo , la alteraciòn de los patrones de sueno, estrès cronico o el marqueting enganoso probablemente desajusten estos sistemas.
Si estas ideas se confirman, las recomendaciones dietèticas seràn una herramienta claramente insuficiente.
Haràn falta mecanismos sociales y legales mucho màs poderosos para cambiar ese entorno obesogènico, implicando a todos .
Incluso, qizà haya que poner patas arriba una buena parte de los hàbitos y formas de vida con las que estamos familiarizados.
recomendaciòn:
Un buen libro que habla sobre esto.
'lo que dice la ciencia para adelgazar' autor luis Jimènez.
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